Filosofía Muntada
Desde siempre nos hemos especializado exclusivamente en el cuidado de la imagen masculina ya que aplicamos la máxima «en esta vida haz lo que quieras, pero hazlo bien», seguramente no siempre lo conseguimos, lo que es seguro es que no será por el hecho de no intentarlo.
Nos preocupamos de aplicar la técnica más adecuada y precisa que requiere cada cliente en función de su necesidad personal, estudiando su caso concreto para sacarle el máximo provecho, teniendo siempre presente la finalidad a conseguir.
¿Y cuál es esa finalidad según MUNTADA?
Pues para nosotros está claro, se trata de que el cliente se sienta lo mejor posible consigo mismo, todo lo demás son medios, herramientas y técnicas para conseguir dicho fin.
No siempre es fácil, una frase típica de un nuevo cliente podría ser: vengo a que me asesoren, me han dado muy buenas referencias de ustedes y aquí estoy. En estas ocasiones hay que ser cauteloso ya que el cliente puede pensar que le aconsejamos un corte más o menos moderno y se irá tan contento, puede que sea así, pero es ahí donde entra el hacer las cosas como se debe, y antes de coger una tijera y cortar el primer mechón de cabello hablamos con él, ya que aconsejar en imagen a un cliente requiere de unos conocimientos generales del mismo, incluso a veces detalles particulares e íntimos como puede ser el trabajo que desempeña, ideología política, estatus y ambiente social al que pertenece, entorno familiar, etc. Hay que tener muy en cuenta que en la sociedad estética actual a la que pertenecemos nos pasamos el día juzgándonos los unos a los otros constantemente. Todos estamos condicionados por ello, independientemente nos guste o no, he aquí la gran importancia del cuidado de la imagen, y la sociedad nos suele tratar en función de la imagen que representamos.
La cabeza es la parte más importante de todo ser humano, su cara es el lienzo que singulariza a todo individuo y el «cabello» es el marco que debe potenciar esta imagen la cual dará confianza y seguridad al cliente frente los retos de la vida cotidiana.
Hace ya unos años, en una conversación con un prestigioso dermatólogo especialista en microinjertos capilares surgió la siguiente pregunta: Josep, ¿cómo es que me mandas tus clientes con problemas de alopecia para una posible solución al problema de pérdida de cabello y tú qué tienes mucho menos cabello que la mayoría de ellos nunca me has hecho mención alguna al respecto?, la respuesta era sencilla, porqué efectivamente tengo menos cabello que la mayoría de sus pacientes, lo que ocurre es que (para un profesional de la imagen masculina) quién es más calvo no es quien tiene menos cabello, quien más lo es, es el que se siente más calvo.
En fin, una imagen bien compenetrada con el fondo y la forma de cada uno no consigue por sí sola un estado de bienestar supremo, pero si ayuda como complemento a potenciar la autoestima de uno, cosa que para nosotros es vital.
Josep Muntada